UNA DE LAS ACTIVIDADES QUE MÁS NOS IMPACTÓ COMO COMUNIDAD EDUCATIVA FUE EL DESCUBRIR Y EXPERIMENTAR CUAN DAÑINO ES EL TABACO.
El resultado de todo esto, es que la persona que fuma, tiene mayor probabilidad de contraer alguna enfermedad infecciosa y además presenta una intoxicación permanente, tanto por los tóxicos del tabaco como por otros tóxicos presentes en el organismo. Igualmente los sistemas digestivo y respiratorio, usan sus mecanismos de limpieza en eliminar los hollines, aceites del alquitrán y combustión del tabaco, de sus mucosas, quedando con ello, propensos a irritaciones e infecciones diversas. También estas substancias tóxicas en dichos sistemas orgánicos, anulan drásticamente los sentidos del gusto y del olfato.
La capacidad asesina del tabaco queda ampliamente demostrada en el informe médico que lo responsabiliza de ser el causante de unas 4 millones de muertes anuales en el mundo. Esto es una cifra mayor a la que producen el SIDA, accidentes de tránsito, incendios, homicidios, suicidios, alcoholismo y drogas ilícitas.
El tabaco también posee una intensa radiactividad producida por las radiaciones alfa emitidas por los isótopos Polonio-210 y Plomo-210, que se encuentran en las hojas y en el humo. El Polonio-210 viene de los fertilizantes fosfatados que se utilizan en las plantaciones de tabaco y que es absorbido por las raíces y acumulado en las hojas; persiste en el proceso de secado e industrialización y al fumar queda atrapado en la mucosa bronquial. Un fumador de paquete y medio de cigarrillos por día recibe en los bronquios 400 rads de radiaciones alfa por año. Esto equivale a 300 radiografías de tórax, es decir, casi una por día.
La capacidad asesina del tabaco queda ampliamente demostrada en el informe médico que lo responsabiliza de ser el causante de unas 4 millones de muertes anuales en el mundo. Esto es una cifra mayor a la que producen el SIDA, accidentes de tránsito, incendios, homicidios, suicidios, alcoholismo y drogas ilícitas.
El tabaco también posee una intensa radiactividad producida por las radiaciones alfa emitidas por los isótopos Polonio-210 y Plomo-210, que se encuentran en las hojas y en el humo. El Polonio-210 viene de los fertilizantes fosfatados que se utilizan en las plantaciones de tabaco y que es absorbido por las raíces y acumulado en las hojas; persiste en el proceso de secado e industrialización y al fumar queda atrapado en la mucosa bronquial. Un fumador de paquete y medio de cigarrillos por día recibe en los bronquios 400 rads de radiaciones alfa por año. Esto equivale a 300 radiografías de tórax, es decir, casi una por día.
ResponderEliminarYO ERA UN FUMADOR Y AHORA NO LO SOY... POR FIN SALÍ DE ESOOO.... REALMENTE ME CAUSABA DAÑO.... Y UNOO NO LO DIMENSIONA.....